La acción consultora se divide en tres fases distintas al final de cada una de las cuales la familia está en situación de decidir si prosigue con sus propios medios o solicita la continuidad de los consultores.
Primera fase
1.- En conversaciones preliminares entre los consultores y la familia ésta decide si quiera iniciar un proceso para valorar si las relaciones familia-empresa son las adecuadas o deben modificarse. El inicio del proceso debe ser aceptado por una gran mayoría de los miembros de la familia.
2.- Elaboración del plan de trabajo, presupuesto y propuesta de dos consultores senior que, en equipo, realizarán el trabajo. En su caso, aceptación por parte de la familia.
3.- Entrevista semidirigida de cada miembro de la familia con los dos consultores. A continuación, se solicita a los entrevistados que cumplimente el FBK Diagnostic.
4.- Un sistema experto procesa los diagnósticos cumplimentados y valora, entre otros, el grado de complejidad de la familia y de la empresa, la adecuación o no de la estructura de las relaciones familia-empresa, los intereses dominantes y las diferentes percepciones que los miembros de la familia tienen de su empresa.
5.- El Comité de Consultores de FBK analiza la información obtenida y consensúa el diagnóstico y las propuestas a formular.
6.- Los consultores responsables elaboran un extenso informe diagnóstico en el que se describe la situación actual a la vez que se proponen posibles alternativas de continuidad. Este informe se presenta al conjunto de la familia y se le propone un período de reflexión. Uno de los objetivos del documento es que la familia pueda consensuar su situación actual.
7.- En una o varias reuniones con la familia se alcanza el mencionado consenso y posteriormente, se acompaña a la familia en el proceso de elección del modelo de futuro. Elegido éste finaliza la primera fase.
Segunda fase
Existiendo el consenso sobre la situación actual y el modelo de futuro elegido por la familia, se trata de determinar como se debe evolucionar desde la situación actual hasta el modelo elegido.
1.- A partir de los diagnósticos que la familia cumplimentó, los consultores identifican todos y cada uno de los elementos de la estructura de relaciones familia-empresa (VER PAGINA XX) que deberán adecuarse para alcanzar el modelo de empresa familiar elegido por la familia. Se establecen prioridades.
2.- En sucesivas reuniones de los consultores con la familia (o con un comité nombrado al efecto) se acuerda como se irán modificando las aludidas relaciones entre familia y empresa.
3.- Sobre la marcha se determina si los acuerdos se ponen en práctica de inmediato o bien se documentan por escrito en lo que ha venido denominándose el protocolo.
4.- La segunda fase finaliza cuando se han alcanzado los acuerdos para evolucionar desde la situación actual hasta el modelo de empresa familiar elegido.
Tercera fase
Si la familia lo desea, los socios de FBK, participan activamente en la puesta en marcha de los acuerdos alcanzados.
Si las tareas a realizar se ajustan a las competencias personales de los socios de FBK, estos las realizan personalmente. A menudo, la colaboración consiste en trabajar coordinadamente con los distintos profesionales expertos como por ejemplo abogados, fiscalistas, o head hunters.
Esta fase finaliza cuando la familia considera que puede proseguir con sus propios medios.